Aquí te acercamos consejos para mantenerte saludable y radiante:
Consumí antioxidantes: cuidá tu piel y tu organismo con alimentos ricos en vitamina A como las zanahorias, brócoli, pimiento, acelga, naranja. Las vitaminas antioxidantes contribuyen a la hidratación y la renovación de la piel y previenen el envejecimiento celular.
No te olvidés de la vitamina C: o utilizar cremas o sérums potenciados con ella por la mañana. Ayuda a hidratar profundamente, protege, tonifica e ilumina la piel.
Limpiá tu piel a diario: el rostro está expuesto a la polución, los cambios del tiempo y otros agentes externos, por lo que, aunque no te hayás maquillado, es necesario limpiar la piel y mantenerla hidratada. Podés usar una leche limpiadora que además hidrate, o un agua micelar.
Tonificá el rostro: el tónico es en la mayoría de los casos el gran olvidado de la rutina de limpieza facial. El tónico facial refresca y alivia la piel, cierra poros y acaba de eliminar el exceso de grasa.
Desinflamá el contorno de tus ojos: la piel alrededor de los ojos es muy sensible y con tendencia a inflamarse, para reducir esta inflamación poné en el refrigerador dos rodajas de pepino y después aplicalas en tus ojos durante al menos 10 minutos. Vas a mejorar el aspecto de la zona gracias al frío y a las propiedades hidratantes y antioxidantes del pepino.
Dormí al menos ocho horas: dormir bien las horas que corresponden reduce bolsas y ojeras y optimiza la renovación celular.
Cuidá tus pestañas con tu alimentación: mantener las pestañas sanas es complicado sobre todo en momentos de estrés. Que estén largas y fuertes depende de la alimentación. Es recomendable consumir alimentos ricos en silicio y vitamina E como aceitunas, espárragos, arroz, calabaza- También podés aplicar un sérum de pestañas con principios activos que optimizan el crecimiento y cuidado de las pestañas.
Mantené tu cabello sano e hidratado: usá champús y acondicionadores que aporten hidratación extra con ingredientes como queratina, pantenol, aloe vera, o glicerol. Estos ingredientes retienen la humedad y lo protegen.
Cuidá tus uñas: limpialas a diario, limalas y dejalas respirar entre esmaltados. No usés uñas postizas por mucho tiempo. Hidratá las manos y las cutículas. Usá guantes de goma si vas a estar en contacto con el agua durante mucho tiempo.
Duchate con agua fría: ayuda a eliminar toxinas, mejora la oxigenación, la circulación sanguínea y acelera el metabolismo y la piel se mantiene hidratada.